El Senado de la República ha aprobado por unanimidad reformas constitucionales propuestas por la presidenta Claudia Sheinbaum, destinadas a prohibir la reelección consecutiva en cargos públicos y el nepotismo electoral. No obstante, la mayoría oficialista decidió posponer la entrada en vigor de estas medidas hasta 2030, en lugar de 2027 como se planteaba originalmente. Esta modificación fue promovida por los senadores Adán Augusto López Hernández, de Morena, y Manuel Velasco Coello, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), quienes argumentaron la necesidad de una transición gradual. La propuesta de aplazamiento fue aprobada con 97 votos a favor y 26 en contra, reflejando el desacuerdo de una parte de la oposición.
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La reforma busca modificar los artículos 55, 59, 82, 115, 116 y 122 de la Constitución, estableciendo que las personas que hayan ocupado un cargo de elección popular no podrán contender por el mismo en el periodo inmediato siguiente. Además, se prohíbe el “nepotismo electoral”, impidiendo que individuos con vínculos de matrimonio, concubinato o parentesco cercano con el titular saliente se postulen para el mismo cargo. Estas disposiciones serán aplicables a partir de los procesos electorales federales y locales de 2030.
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La presidenta Sheinbaum expresó su preferencia por que la reforma entrara en vigor en 2027, como se proponía inicialmente. Sin embargo, reconoció que, aunque la implementación se haya pospuesto hasta 2030 debido a acuerdos políticos, lo importante es que la prohibición del nepotismo y la reelección quede plasmada en la Constitución. Sheinbaum enfatizó que cualquier partido que postule a familiares como candidatos antes de 2030 podría enfrentar el rechazo del electorado consciente.
La iniciativa ha generado debates en el ámbito político mexicano, especialmente en estados donde las dinastías familiares han mantenido el poder durante décadas. Por ejemplo, en Guerrero, el senador Félix Salgado Macedonio ha manifestado su intención de suceder a su hija, la actual gobernadora Evelyn Salgado, en las elecciones de 2027. Con la reforma aplicándose a partir de 2030, estas aspiraciones podrían no verse afectadas en el corto plazo.
La reforma ahora se dirige a la Cámara de Diputados para su análisis y eventual aprobación. De ser ratificada, representará un paso significativo en la lucha contra el nepotismo y la reelección consecutiva en México, buscando garantizar que los cargos públicos sean ocupados por personas con méritos propios y no por conexiones familiares.
