Washington, .- En medio del aumento de tensiones con Irán, uno de los aviones más poderosos y emblemáticos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, el Boeing E-4B —conocido como el “avión del fin del mundo”— realizó una parada en la base aérea Andrews, cerca de Washington, lo que ha desatado especulaciones sobre un posible ataque contra territorio iraní.
La aeronave, una versión altamente militarizada del Boeing 747-200, sirve como Centro Nacional de Operaciones Aerotransportadas, y forma parte crucial del Sistema Nacional de Comando Militar, diseñado para garantizar el control del país ante un escenario de guerra total, incluyendo ataques nucleares. Está blindada contra pulsos electromagnéticos, equipada con sistemas avanzados de comunicación satelital, y puede mantenerse en vuelo durante varios días gracias a su capacidad de reabastecimiento en el aire.
El despliegue del E-4B ha generado fuertes especulaciones sobre una posible intervención militar estadounidense en Irán. De acuerdo con informes del Wall Street Journal y CNN, el expresidente Donald Trump habría aprobado planes operativos de ataque a instalaciones nucleares iraníes, aunque no ha dado la orden definitiva. En paralelo, medios como Newsweek señalan que el uso del indicativo “ORDER01” (en lugar del habitual “ORDER6”) ha alimentado aún más las dudas sobre el carácter “rutinario” de este vuelo.
La Fuerza Aérea de EE.UU. indicó que esta aeronave permite, en caso de emergencia nacional o pérdida de los centros de comando terrestres, “dirigir a las fuerzas estadounidenses, ejecutar órdenes de guerra de emergencia y coordinar acciones de las autoridades civiles”. El avión ya fue utilizado en operaciones durante los ataques del 11 de septiembre de 2001.
La base desde la que despegó el E-4B es Barksdale, en Luisiana, y su llegada a Andrews ha sido interpretada por analistas como una posible señal de advertencia o demostración de fuerza, aunque algunas fuentes militares citadas por Snopes insistieron en que se trató de una operación “de rutina”.
Este movimiento coincide con reportes sobre crecientes bombardeos cruzados entre Israel e Irán y el creciente escepticismo de Trump respecto a las vías diplomáticas, mostrando una mayor apertura hacia la acción militar directa, especialmente ante las dudas sobre la capacidad de las bombas estadounidenses Massive Ordnance Penetrator para destruir la fortificada planta nuclear iraní de Fordow, cerca de Qom.
Mientras tanto, Newsweek confirmó que se ha solicitado una postura oficial del Pentágono, sin respuesta hasta el momento.
