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Desde Lincoln’s Inn Fields: justicia + ciudad = servicio comunitario

Durante el último mes la oficina a mi cargo ha sido sujeta a una actividad inédita en la Coordinación General de Gestión Integral de la Ciudad del Gobierno de Guadalajara. El acomodo de situaciones ha hecho que recibamos a prestadores de servicio comunitario que traen bajo su brazo un acuerdo reparatorio firmado con la Fiscalía de Jalisco, que los obliga a cumplir servicio comunitario bajo la condición de suspender la carpeta de investigación en su contra.

Esto ha ocurrido porque los sitios intervenidos por obra pública han sido vandalizados o se ha hecho un uso indebido de los mismos, en momentos donde es inoportuno al ser esas obras el centro de atención del municipio. Tal es el caso de quien grafiteó la escultura El Palomar en la nueva Plaza Luis Barragán a días de la inauguración o quienes dañaron al Pájaro de Fuego, el día antes de entregar la restauración del espacio.

Estas personas llegaron a nosotros para realizar su servicio comunitario y desde el primer momento, fueron desplegados a distintos lugares de Guadalajara a cumplir la encomienda que les permitía reincorporase a la sociedad, a través de un instrumento proveniente de la cultura de la paz.

Toledo 1

Cabe mencionar que mientras ocurría el proceso de los sujetos, observé el comportamiento de la opinión pública, de los medios e incluso de compañeros ante el hecho de atestiguar un evento más de agravio al espacio público. Esa maldita costumbre en que nos ha sumido la impunidad en todos los ámbitos donde encontramos injusticia, como también el apetito de escarnio, cada vez más público, cada vez más visceral.

Ciertamente es lamentable que la escasa percepción de justicia en nuestro país nos haga exigir su impartición por medios incivilizados, por juicios sumarios o cortes canguro porque la gente desconfía en las instituciones de procuración e impartición de justicia. Esa manifestación del sentir público es tangible e innegable, omitirla es obviar un gran adeudo del Estado (sobretodo el de derecho) con la sociedad que gobierna.

Sin embargo, la apuesta por un manejo sensible entre ambas actitudes es posible. Lo es siguiendo una vocación al servicio público que permita contener pulsiones instintivas, pero sabiendo entregar una acción que brinde satisfacción al jurado social que se informa del caso desde publicaciones en redes sociales hasta reportajes de medios tradicionales.

Fue así que los requeridos fueron llevados de gira a barrer parques en la zona centro, a recoger basura en Huentitán, a procurar el arbolado en Cruz del Sur, a darle mantenimiento a las unidades deportivas en la zona Olímpica y principalmente, a conocer de primera mano lo que implica el trabajo de miles de personas en el gobierno municipal dedicadas a tener la ciudad limpia, ordenada y segura.

¿Funcionó el escarmiento? Más que un castigo, ha sido un proceso de aleccionamiento en cultura cívica, en responsabilidad ciudadana que los ha hecho pensar dos veces sobre el uso que le dan al espacio público y cómo lo comparten con los demás. Ha sido una experiencia que lejos de ajusticiar por coerción, es la epifanía vivencial de tumbar prejuicios o desinformación encarnada en el pensamiento colectivo, a través del esfuerzo por conservar habitable la ciudad.

Tanto así que en las imágenes que documentan las jornadas se observan risas, observa la alegría de un trabajo honesto del que se benefician nuestras familias, vecinos y hasta los visitantes. Sí, los requeridos sonríen junto al personal del ayuntamiento y de las empresas constructoras con las que se acompañaron restaurando un pedazo de la ciudad.

El hecho es que si al final, esos infractores que encontraron el respeto que Guadalajara les merece durante el servicio comunitario, también encontraron ofertas laborales que consolidaron la experiencia como un ciclo redondo de reinserción social. Este es el estilo de socialización que hacemos en Gestión Integral de la Ciudad.

Post scriptum: descanse en paz Alfredo Rodríguez Sánchez, estimado tío abuelo y ahora profesor emérito de la Universidad Autónoma Chapingo.

Rodrigo Mariaud

Twitter: @RodrigoMariaud

Maestro politólogo egresado de la Universidad Iberoamericana, chilango de origen y jefe de la Unidad de Socialización y Calidad de Vida – Coordinación General de Gestión Integral de la Ciudad – Gobierno de Guadalajara

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