Gabriel Santos Jiménez Márquez, un voluntario de socorros con 13 años de servicio en la Cruz Roja Mexicana, fue despedido por familiares, amigos y colegas a bordo de una unidad de la Cruz Roja. Había desaparecido el 21 de mayo mientras hacía ejercicio en la Barranca de Huentitán y fue encontrado sin vida el 2 de junio en el interior de un barranco.

Conocido como Gabo entre sus amigos, recibió un homenaje de cuerpo presente en las instalaciones de la Cruz Roja en el Parque Morelos.
Durante su tiempo en la Cruz Roja Jalisco, Gabriel participó en diversos servicios, incluyendo auxilio en inundaciones, rescates urbanos, logística en competencias deportivas, respuestas a sismos, desfiles, colectas y centros de acopio.
«Héctor Martínez Panduro, subcoordinador de voluntariado, dijo: ‘Muchas veces se acompañaba únicamente por un café y pasaba las noches esperando el siguiente llamado, sin importar si había lluvia, frío, hambre o si dejaba a su familia sola. Eso es parte del sentir de un socorrista voluntario'».

Sus amigos y colegas destacaron que Gabo tenía una firme convicción y orgullo de servir en la Cruz Roja, y nunca dudó en compartir sus conocimientos y enseñanzas.
«A partir de hoy, estará siempre presente, siempre en servicio. Como decimos en nuestra querida Cruz Roja, un socorrista nunca muere, simplemente sigue prestando servicio en la delegación celestial», comentó uno de sus colegas.
Sus colegas colocaron el féretro de Gabo en el techo de la ambulancia en la que solía recorrer la ciudad y otras partes del estado para auxiliar en todo tipo de emergencias. Posteriormente, caminaron detrás de la ambulancia, la cual dio dos vueltas alrededor de las instalaciones que se habían convertido en su segunda casa.
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