marzo 20, 2023

Entre precariedad y emprendimiento: 3 millones de mexicanos tienen dos trabajos

Al menos 3.1 millones de mexicanos cuentan con un segundo trabajo, de acuerdo con los datos hasta el segundo trimestre del año del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Lo cual representa alrededor de 5% de la población ocupada en el país. Algunos lo hacen para completar un ingreso suficiente para sacar los gastos mensuales, otros para tener un respaldo financiero y algunos más para hacer crecer su patrimonio.

Sin embargo, más de la mitad de los mexicanos ganan un salario mínimo o menos dentro de su segunda ocupación.

Otros 2 millones están en búsqueda de otro empleo, y de estos, 365,000 personas lo hacen con el objetivo de contar con dos puestos laborales, no solo para cambiarse de empleo. En algunos casos, esta búsqueda está relacionada con la precariedad de los salarios, en otros, porque hay personas que cuentan con un negocio propio o laboran en la empresa familiar.

Los profesionistas se convierten en emprendedores
Graciela es una ingeniera en geofísica, originaria de Puebla, que desde hace algunos años cuenta con dos puestos de trabajo. Uno de ellos dentro de su propia empresa. Esto le da dos ventajas: no quedarse sin dinero en caso de terminar una relación laboral y, cuando trabaja en ambos puestos, contar con suficiente dinero para viajar y satisfacer sus gustos y los de su familia.

Es una entre los 1.8 millones de mexicanos que trabajan en un segundo empleo, como trabajadores independientes en el país, la mayoría de ellos en el sector terciario.

“Comencé a trabajar desde que nacieron mis hijos”, cuenta Graciela, quien presta sus servicios de ingeniería para medir la estabilidad de taludes, una actividad esencial en obras de ingeniería civil, como lo es la construcción de carreteras.

En el ambiente conoció empresas y personas que, tras reconocer su trabajo profesional, le fueron contactando para ciertos proyectos. Este flujo de trabajo, sin embargo, requería que Graciela emitiera facturas y, además, por sus otras ocupaciones laborales, necesitaba ayuda de otros colegas.

Así que decidió establecer una empresa, contratar una contadora y formalizar su actividad independiente sin dejar su otro trabajo. “Son muy pocos los días en que no tengo algún trabajo”, dice Graciela.

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