Por Jesús Francisco Ramírez Bañuelos
@ramirezbanuelos
La presentación de los candidatos del Frente Amplio por México ha comenzado. Quedaron atrás la recolección de simpatías y las críticas al proceso de criba (aunque permanecen algunos inconformes).
Ahora tenemos una etapa de exposición pública de los sobrevivientes, que esta semana se reducirán a tres.
Por lo pronto, ya se dio la primera intervención conjunta en un ejercicio sui generis, que no fue debate pero permitió ir observando los perfiles de los aspirantes.
En mi opinión, dos cosas quedan claras. Que los ciudadanos no están entusiasmados cómo parecía, ni siquiera por Xóchitl Gálvez. Y que los partidos políticos no están dispuestos a ceder más allá de lo estrictamente necesario.
La fuerza es partidista, como siempre, y los ciudadanos somos comparsa. Una comparsa interventora, pero comparsa al fin.
De no haber un cambio radical en los meses siguientes, todo parece indicar que se nominará a alguien que tenga el suficiente apoyo de la cúpula trinitaria, que apunto estuvo de ser bicéfala.
No hay mucho más que comentar, ¡ah sí!, que el oficialismo sigue firme sin hacer nada o casi nada.
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