Por Jesús Francisco Ramírez Bañuelos
@ramirezbanuelos
Hoy nos toca… hablar de la actuación del Senado.
Dicen las abuelitas que no hay que hacer cosas buenas que parezcan malas y las acciones del viernes pasado en el Senado tienen toda la apariencia de ser malas.
Los senadores y el presidente de la República argumentan que no hubo violaciones al proceso legislativo, las acciones furtivas, intempestivas e informales lo rebaten.
Sí, todavía nos queda la Corte. Pero la Corte está saturada, presionada y condicionada políticamente.
¿Cuándo se resolvería la inconstitucionalidad del proceso legislativo de las leyes aprobadas el viernes? Es incierto. El resultado también.
No podemos depender de la Corte. Las autoridades tienen sus propias obligaciones constitucionales y no es válido que se deslinden para dejarlas en manos de los jueces.
Los senadores saben que hicieron mal, las formas los delatan. Y aun así lo defienden. Sumisión, abyección o interés resulta igual para los fines de la República, el caso es que los congresistas violaron conscientemente sus propias reglas ¿por qué y para que? Solo ellos lo saben.
La Corte decidirá, en su tiempo y a su forma, sobre la validez del proceso. Pero ahora agregamos una preocupación más a la vida democrática del país ¿subsiste la separación de poderes? ¿Hasta donde o hasta cuando?
0 Comments