por Jesús Francisco Ramírez Bañuelos
Twitter: @ramirezbanuelos
Las coincidencias no son advertidas sino hasta que ocurren. Hoy nos toca… hablar del sismo de 19 de septiembre, otra vez.
México es un país de temblores. Lo sabemos, siempre lo hemos sabido. Y, sin embargo, cada vez que tiembla estamos expuestos a las circunstancias del momento. Este año, se repite, por tercera vez, un temblor en una misma fecha: 19 de septiembre.
Esto pasaría por ser anecdótico sino se tratara de un día que tanto dolor ha dejado a nuestro país. La primera ocasión fue el dramático sismo de 1985 que dejó a muchas familias mexicanas con pérdidas humanas y materiales. Esa fue, sin duda, una dura prueba para nuestro país. Pero, dejó grandes lecciones. Ese día, según se registran en las crónicas y pláticas de los que estuvieron en el lugar se hizo patente la solidaridad de los mexicanos. Salió en el desastre la mejor cara de nuestra sociedad, incluso superando el estupor gubernamental. La magnitud reportada fue de 7.1.
La segunda vez fue en 2017. Aunque el epicentro fue distinto al de 1985, también hubo víctimas mortales, principalmente en la Ciudad de México como había ocurrido 32 años antes, ciertamente no de la misma gravedad que aquella ocasión. La magnitud reportada fue de 8.1.
Ayer, ocurrió por tercera vez un sismo un 19 de septiembre. Esta vez el epicentro fue Michoacán. Las alertas sonaron e incluso pocos minutos antes se había realizado un simulacro nacional. No obstante, la angustia volvió a nuestra cotidianidad. Hastas donde tengo noticia, ha habido 2 personas fallecidas, varios edificios afectados en su estructura y una sensación de inseguridad que ocasionó varias crisis emocionales. La magnitud reportada fue de 7.7.
¿Qué podemos aprender de esto?
Coincidencia o no, la realidad es que los terremotos ocurren todo el tiempo. Las probabilidades de que ocurran un temblor en una misma fecha son muy bajas. Pero son probables y por tanto pueden ocurrir. Y, por el contrario, las probabilidades de que un terremoto ocurran en cualquier otro día son mucho mayores.
Considero que no es conveniente pensar e incluso predisponernos a que el día 19 de septiembre es una fecha que debamos borrar de nuestra memoria (algunos incluso de manera sarcástica refieren que debería ser eliminado del calendario).
En mi opinión, lo que nuestra sociedad debería hacer es estar siempre preparada para que cualquier día ocurra un fenómeno natural como este. No para estar ansiosos o preocupados permanentemente sino para ser más concientes y fuertes como sociedad. Si algo puede sacarnos de nuestros problemas en México es la solidaridad. Somos una sociedad que sabe trabajar unida en los desastres ¿por qué no podemos serlo siempre?