12 de julio de 2024 – En un evento inesperado, la segunda etapa de un cohete Falcon 9 de SpaceX sufrió una falla catastrófica el jueves por la noche, impidiendo el despliegue exitoso del último lote de satélites Starlink de la compañía. Este incidente rompe una racha de más de 300 lanzamientos exitosos del Falcon 9.
Dos horas después del lanzamiento, Elon Musk, CEO de SpaceX, informó en X que el cohete había experimentado una “desmontaje rápido no programado” (R.U.D.) mientras estaba en órbita. “El equipo está revisando los datos esta noche para entender la causa raíz”, escribió Musk.
El viernes, SpaceX actualizó su sitio web explicando que la segunda etapa del cohete había sufrido una fuga de oxígeno líquido, impidiéndole realizar un segundo y breve encendido del motor necesario para colocar 20 satélites Starlink en la órbita correcta.
Contradiciendo la declaración inicial de Musk, la compañía afirmó el viernes que la segunda etapa “sobrevivió”, desplegó los satélites y pudo realizar sus tareas habituales de cierre. Sin embargo, SpaceX no proporcionó muchos detalles sobre el destino final de la segunda etapa ni el alcance de los daños que podría haber sufrido.
La empresa predijo que los satélites no podrían permanecer en la órbita baja y que volverían a caer a la Tierra, aunque no ofreció un cronograma. “No representan una amenaza para otros satélites en órbita ni para la seguridad pública”, aseguró SpaceX.
Este suceso destaca los desafíos y riesgos asociados con la exploración espacial y el despliegue de tecnologías avanzadas, incluso para una compañía con el historial exitoso de SpaceX.