El Cáncer de Cabeza y Cuello (CCYC) engloba un grupo de neoplasias que se originan en cuatro áreas anatómicas: la cavidad oral, la cavidad nasosinusal, la faringe y la laringe. La detección temprana de estas neoplasias es crucial para mejorar las tasas de supervivencia, sin embargo, muchos casos se diagnostican en etapas avanzadas, lo que complica su tratamiento y pronóstico.
A nivel mundial, el CCYC es el séptimo tipo de cáncer más común, con 1,1 millones de nuevos casos reportados anualmente. Este tipo de cáncer afecta predominantemente a hombres, presentando una relación de dos casos en hombres por cada mujer diagnosticada. La cavidad oral, especialmente la lengua, es la zona más frecuentemente afectada, siendo los pacientes de entre 40 y 70 años los más vulnerables.
Los factores de riesgo asociados con el CCYC incluyen una mala higiene bucal, la falta de atención a lesiones en la boca y la exposición ocupacional a ciertos productos químicos en industrias como la madera, el metal y los textiles. Es importante destacar que más del 85% de los pacientes con este tipo de cáncer tienen antecedentes de consumo excesivo de alcohol o tabaco.
El Virus del Papiloma Humano (VPH) también es un factor de riesgo significativo para el desarrollo del CCYC, ya que puede provocar cambios celulares que eventualmente se convierten en cáncer. Las infecciones por VPH suelen ser asintomáticas y pueden persistir durante años antes de que se desarrolle la enfermedad.
En México, se diagnostican anualmente cuatro mil casos de CCYC, con un aumento notable de diagnósticos asociados al VPH. El oncólogo Eduardo Cárdenas informó que entre el 25% y el 30% de estos cánceres están relacionados con el VPH, con los cánceres orofaríngeos representando el 70% de estos casos.
El CCYC es considerado una enfermedad silenciosa, ya que sus síntomas iniciales, como llagas bucales que no sanan, dolor persistente en la garganta, disfonía y dificultad para comer o tragar, pueden ser fácilmente confundidos con afecciones menos graves. Esta confusión lleva a que muchos pacientes ignoren los síntomas, permitiendo que la enfermedad avance a etapas más críticas.
En el marco del Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, que se celebra cada 27 de julio, el doctor Cárdenas subrayó la importancia de la revisión médica frecuente: “El diagnóstico temprano en los casos de estas neoplasias es crucial. Por ejemplo, en el estadio I la tasa de supervivencia a cinco años puede alcanzar el 90%, mientras que en el estadio IV, la tasa puede ser de hasta el 50%”, puntualizó el especialista.
Es fundamental que las personas acudan a un médico oncólogo ante cualquier molestia o sospecha de CCYC. Un acercamiento temprano con el especialista no solo mejora la calidad de vida del paciente durante el proceso de diagnóstico, sino que también puede aumentar significativamente el porcentaje de supervivencia en aquellos que padecen este tipo de cáncer.