El 31 de diciembre no solo marcó el final del año, sino también el inicio de una investigación que revela un caso alarmante de crueldad animal en Guadalajara. Dos caninos fueron rescatados por la Fiscalía del Estado de Jalisco (FE) y la Unidad de Protección Animal del Ayuntamiento de Guadalajara, en una operación que destapó una historia de negligencia y sufrimiento.
Todo comenzó cuando, tras recibir una denuncia de violencia animal, se movilizó un equipo de trabajo conjunto entre la Fiscalía y la Unidad de Protección Animal. La llamada de alerta llegaba con una acusación grave: los perros se encontraban en condiciones deplorables dentro de una vivienda de la colonia Providencia, en el municipio de Guadalajara. A pesar de los esfuerzos por entablar comunicación con el propietario de la casa, quien se negó a entregar los animales de manera voluntaria, la situación se tornó urgente.
La Fiscalía, al ver que los caninos corrían un grave riesgo, solicitó una orden de cateo al Juez de Control, quien autorizó el ingreso a la vivienda esa misma noche. A las 22:54 horas, un equipo compuesto por elementos de la Policía Investigadora, personal de Trabajo Social y el Ministerio Público, irrumpió en el domicilio y localizó a los dos perros en un estado alarmante: desnutridos, sucios y sin los cuidados básicos. Fue entonces cuando se hizo el rescate.
Ambos perros, uno de color miel y el otro de color negro, fueron trasladados de inmediato a la Unidad de Protección Animal, donde se les brindaron los primeros cuidados. De acuerdo con los veterinarios, los caninos se encuentran en un estado de salud delicado y, tras los estudios, se determinó que requerían atención especializada, por lo que se prevé que serán hospitalizados.
La Fiscalía del Estado, a través de su Agencia 5 de Crueldad Animal, está recopilando todas las pruebas y elementos necesarios para esclarecer lo ocurrido y, si se determina la responsabilidad de alguien, judicializar el caso. La ley de protección y cuidado de los animales del Estado de Jalisco, junto con la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, garantiza que todos los seres vivos tienen derecho a una vida digna, libre de maltratos y crueldad.
El futuro de los caninos ahora está en manos de la autoridad judicial, que determinará las acciones a seguir una vez que se resuelva el caso. Mientras tanto, la Fiscalía continúa con las indagatorias para asegurar que quienes sean responsables de este abuso enfrentan las consecuencias legales correspondientes.
Este caso resalta la importancia de generar conciencia en la ciudadanía sobre el bienestar de los animales. La Fiscalía hace un llamado a todos para que actúen en defensa de los derechos de los animales, denunciando cualquier acto de crueldad. Para ello, ponen a disposición el número de emergencia 911 y el acceso directo al Ministerio Público, para que cada vez más casos como este sean denunciados y, en consecuencia, evitados.