Este miércoles 15 de enero, la comunidad internacional celebró el anuncio de un acuerdo de cese al fuego entre Israel y la organización islamista Hamas, un paso que se considera crucial para mitigar el sufrimiento en la región y evitar más escaladas del conflicto.
El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó el acuerdo como un “primer paso crítico” en la búsqueda de una solución duradera. Sin embargo, advirtió que este acuerdo no debe desviar la atención de los objetivos a largo plazo, que incluyen la preservación de la unidad, contigüidad e integridad del territorio palestino ocupado. “La prioridad inmediata es aliviar el tremendo sufrimiento causado por este conflicto”, destacó Guterres, subrayando la necesidad de incrementar los esfuerzos humanitarios en Gaza.
Guterres también agradeció a los mediadores de este acuerdo, entre ellos Estados Unidos, Egipto y Qatar, por su “incansable compromiso” en la negociación de esta tregua. La ONU, aunque ausente en los esfuerzos mediadores, ofreció su contribución en cuanto a la entrega de ayuda humanitaria a los palestinos, que continúan enfrentando una situación devastadora en Gaza. “La tregua debe servir para eliminar los obstáculos políticos y de seguridad que dificultan la entrega de esta ayuda”, expresó el líder de la ONU.
Por su parte, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que “la paz es la mejor medicina”, destacando que el acuerdo proporciona una oportunidad única para la ayuda médica y humanitaria en una región que sigue siendo el epicentro de una crisis humanitaria sin precedentes.
El acuerdo de cese al fuego ofrece un respiro para los afectados por el conflicto, pero las autoridades internacionales insisten en que este paso debe ser solo el comienzo de un proceso más amplio de paz, reconstrucción y alivio para las poblaciones más vulnerables.