La preocupación sobre las deportaciones masivas de migrantes desde Estados Unidos ha escalado, especialmente en estados mexicanos como Aguascalientes y Zacatecas, donde una gran parte de su economía depende de las remesas enviadas por los migrantes en EE. UU. Natzielly Teresita Rodríguez Calzada, directora del Instituto Aguascalentense de las Personas Migrantes (IAPEMI), advirtió que ningún gobierno en México está preparado para enfrentar este desafío, pues las consecuencias podrían ser devastadoras.
La funcionaria subrayó que Aguascalientes y otras entidades, como Zacatecas, reciben una gran parte de sus ingresos de las remesas enviadas por los connacionales en el extranjero. “Prácticamente la mitad de su ingreso depende de estas remesas”, dijo Rodríguez Calzada, quien destacó que ni Aguascalientes ni México tienen los recursos o infraestructura para hacer frente a la pérdida de estos fondos cruciales.
Según datos del Banco de México, entre enero y septiembre de 2023, Aguascalientes recibió 702.7 millones de dólares en remesas, cifra ligeramente inferior a los 714.1 millones del mismo período en 2022. A nivel nacional, México recibió un total de 47,090.8 millones de dólares en remesas en 2023, una cifra que también mostró una ligera disminución respecto a los 48,359.8 millones de 2022.
Esta dependencia económica pone en evidencia la vulnerabilidad de las regiones mexicanas frente a las políticas migratorias de EE. UU., y resalta la necesidad de tomar medidas preventivas para mitigar el impacto de posibles deportaciones.
