Tecomatlán, Puebla – Un grupo de campesinos y colonos jaliscienses ha dejado huella en la XXI Espartaqueada Cultural Nacional, que se lleva a cabo del 5 al 13 de abril en este municipio poblano, con una destacada participación en la disciplina de canto. Interpretando la emblemática canción “Varita de Nardo” de Joaquín Pardavé, el coro jaliscienses deslumbró a los asistentes y reafirmó su compromiso con la cultura popular.

Salvador Mateo Martínez, vocero del Movimiento Antorchista en Jalisco, subrayó el significado de esta participación: “En esta edición, hemos visto un incremento notable en el número de coros, especialmente en la categoría libre campesino-obrero y popular. Esto es un reflejo del trabajo cultural que realiza el antorchismo nacional, buscando que el pueblo trabajador se apropie del arte y la cultura, contribuyendo a la formación de individuos más sensibles y comprometidos con su entorno.”

Este encuentro, que se caracteriza por la diversidad artística y la integración del pueblo trabajador, ha tenido un impacto profundo en los participantes, quienes han experimentado un fortalecimiento en su sentido de comunidad y fraternidad. Mateo Martínez destacó que el arte tiene un poder transformador y educativo, capaz de sensibilizar a los individuos y organizar al pueblo para luchar contra las injusticias que enfrentan.

Además, los campesinos y colonos jaliscienses han aprovechado su estancia en Tecomatlán para capturar imágenes de las modernas instalaciones culturales y deportivas de la ciudad, conocidas como la Atenas de la Mixteca. Estas fotografías serán compartidas con sus compañeros de trabajo, familiares y amigos, ampliando el alcance de este encuentro cultural.

Al regresar a Jalisco, los participantes llevarán consigo un renovado impulso para invitar a más personas – amas de casa, obreros, estudiantes y campesinos – a unirse al movimiento antorchista. El trabajo cultural, resaltó Mateo Martínez, se ha convertido en una herramienta clave para organizar y educar al pueblo trabajador, fortaleciendo el compromiso de lucha por la justicia social.
Esta participación no solo resalta el talento artístico de los jaliscienses, sino que también subraya el impacto del arte y la cultura como medios de transformación social y organización popular.