Los primeros pasos de la biología en México reconstruye el desarrollo de esta disciplina

La bióloga y doctora en ciencias Consuelo Cuevas Cardona. Foto cortesía de Laura Esperanza Guerrero Cuevas


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México / Miercoles 14 de mayo del 2025.- Durante décadas, los nombres de los grandes biólogos mexicanos del siglo XIX y principios del XX quedaron relegados a los márgenes o al silencio absoluto en las narrativas oficiales.Los libros de texto los ignoraron, los programas escolares los pasaron por alto y, en las aulas universitarias, su legado apenas se menciona como una rareza del pasado.

excepcionales, sino parte de cómo se construye el conocimiento. La ciencia no es inmune a las emociones ni al contexto político o institucional.A pesar de los obstáculos, Herrera logró consolidarse como una figura clave en la institucionalización de esta rama del saber en México. Tras el cambio de régimen posterior a la Revolución Mexicana, fue designado por Venustiano Carranza director del Museo de Historia Natural.Es fascinante ver cómo su labor lo llevó a convertirse en una figura central, aunque muchas veces incomprendida o invisibilizada, reflexionó.Este tipo de personajes, afirmó, permite entender no sólo la evolución de un campo científico, sino también los valores, tensiones y desafíos de su tiempo. Herrera no era un genio solitario. Era un organizador, lector voraz, alguien que supo tender puentes entre instituciones, una especie de sembrador de ideas en tierra difícil.Construcción culturalA partir de casos como el suyo, la bióloga propone una revisión profunda de la manera en que se ha narrado la historia científica en México.Durante siglos se pensó que la ciencia moderna nació en Europa y fue luego impuesta en nuestros países. Pero eso no es del todo cierto. En su investigación, retoma los trabajos del historiador David Chambers, quien demostró que el Colegio de Minería en la Nueva España fue pionero en integrar la docencia y la investigación por iniciativa de los propios científicos novohispanos, no por imposición colonial.Para la autora, Los primeros pasos de la biología en México va más allá de ser una recopilación de biografías o una arqueología institucional; es una reivindicación más amplia: la del conocimiento científico como una forma de construcción cultural.Escribí este libro pensando en los jóvenes que sienten curiosidad, que quieren saber de dónde venimos, que buscan referentes. Si en alguna de estas páginas encuentran un espejo o una pregunta nueva, entonces la historia habrá cumplido su tarea.El reconocimiento a esta labor no ha sido menor. En 2004, Consuelo Cuevas Cardona recibió la Medalla Alfonso Caso, otorgada por la UNAM a las mejores tesis de posgrado, en reconocimiento a su investigación sobre la institucionalización de la biología en México.

La Jornadq


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