La tensión ha escalado a un conflicto abierto entre Juan Huerta Pérez, el influyente Secretario General de la CTM en Jalisco, y Ricardo Aguayo Andrade, líder del Sindicato de Empleados y Trabajadores de la Industria de la Construcción y Transporte de la República Mexicana (SETICT). Esta disputa, lejos de ser un mero desacuerdo sindical interno, amenaza directamente la operatividad y el futuro de Mi Macro Periférico, impactando a miles de usuarios en Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque.
El centro del problema radica en el control de los cobros y pagos del sistema articulado BRT, incluyendo sus rutas complementarias y alimentadoras. Esta es una lucha por el poder económico y la influencia dentro del sector transporte, donde Juan Huerta, al frente de la CTM, parece estar en una posición de confrontación directa que podría desestabilizar un servicio de transporte público vital. La historia reciente de la CTM en Jalisco, bajo el liderazgo de Huerta, ha estado marcada por tensiones y cuestionamientos que ahora se agudizan con este nuevo frente.
Las Sombras del Pasado: Un Paro Inminente y Sus Consecuencias
La amenaza de un nuevo paro de transporte evoca los fantasmas del pasado, específicamente el del 15 de julio, cuando la interrupción del servicio y el bloqueo de vialidades causaron un caos generalizado. En aquel entonces, la ciudadanía sufrió las consecuencias de acciones que priorizaron intereses sindicales sobre el bienestar público. Ahora, la posibilidad de que la historia se repita es real, y el papel de la CTM y Juan Huerta en esta escalada es preocupante. Su involucramiento en un posible paro no solo afectaría a los usuarios que dependen de Mi Macro para sus traslados diarios a la escuela o el trabajo, sino también a automovilistas y al flujo vehicular en general, exacerbando los problemas de movilidad en la metrópoli.

Negociación con el Gobierno: ¿Intereses Gremiales o Bien Común?
Si bien un paro podría dar a ambos líderes una plataforma para negociar con el Gobierno de Jalisco, las intenciones detrás de estas acciones son altamente cuestionables. La trayectoria de Juan Huerta y la CTM, según diversas fuentes, a menudo ha sido percibida como una búsqueda de beneficios para el gremio, incluso a expensas del servicio público y la ciudadanía. La preocupación principal es que esta confrontación no busque mejorar el servicio o las condiciones de los trabajadores de manera sostenible, sino que sea una estrategia de presión para obtener concesiones que beneficien a los sindicatos involucrados, en detrimento del funcionamiento eficiente de Mi Macro Periférico. La ciudadanía de Jalisco merece un transporte público confiable y sin interrupciones, y la actual disputa pone en evidencia los problemas arraigados en la relación entre los sindicatos transportistas y el gobierno.