El panorama político en el Pueblo Mágico de Tequila se encuentra bajo los reflectores estatales luego de que el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, confirmara la existencia de denuncias formales contra el alcalde Diego Rivera Navarro por presunto acoso político y violencia política en razón de género.

Las acusaciones fueron interpuestas por regidoras del PRI y de Morena —partido al que pertenece el propio edil—, quienes señalan hostigamiento, amenazas y agresiones directas dentro del ejercicio de sus funciones. A este contexto se suma una investigación adicional por un presunto caso de extorsión relacionado con la empresa José Cuervo, lo que ha incrementado la presión política y mediática sobre la administración municipal.

Ante este escenario, el gobernador Lemus Navarro llamó públicamente al alcalde de Tequila a “serenarse” y reiteró que la Fiscalía del Estado de Jalisco debe actuar con plena autonomía, sin tintes partidistas, en la resolución de los casos.
En respuesta, Diego Rivera Navarro utilizó sus redes sociales para fijar postura y rechazar categóricamente los señalamientos, asegurando que se trata de una ofensiva política impulsada por intereses contrarios a su gobierno.
“Yo creo que todo mundo ya se dio cuenta que esto ya es un tema más político que nada. Hay muchos intereses que hemos estado pisando últimamente, hemos pisado muchos callos”, expresó el alcalde.

Sobre las denuncias presentadas por las regidoras Alondra Romero, Luz Elena Aguirre y Evelyn Castañeda, Rivera Navarro afirmó que los expedientes ya fueron analizados y resueltos por el Tribunal Electoral, el cual —según citó textualmente— determinó la inexistencia de la infracción.
“Se declara inexistencia de la infracción consistente en violencia política contra las mujeres en razón de género atribuida a Diego Rivera Navarro”, leyó durante su mensaje.
Aunque reconoció que las denunciantes buscan ahora llevar el conflicto a la vía penal, el edil se dijo confiado en que el resultado será el mismo. Afirmó además que su prioridad es atender las necesidades de las colonias del municipio y no la confrontación política, señalando que antes de ser político es “un caballero”.

En un gesto de conciliación, Rivera Navarro ofreció una disculpa pública, sin aceptar responsabilidad directa:
“Si en algún momento las regidoras se sintieron ofendidas… desde ahorita les digo, yo les ofrezco una disculpa de corazón”.
Mientras tanto, sectores femeninos de Movimiento Ciudadano, Morena, PAN y PRI emitieron un pronunciamiento conjunto en el que condenaron los presuntos actos de violencia política en razón de género y exigieron la intervención urgente de las autoridades estatales para garantizar la seguridad de las regidoras y la libertad política en Tequila.
El caso continúa abierto en el ámbito penal, en tanto las autoridades estatales analizan las denuncias presentadas, en medio de un clima político cada vez más tenso en el municipio.