Shinzo Abe, el primer ministro de Japón con más años de servicio, murió el viernes a los 67 años, luego de recibir un disparo mientras hacía campaña para un candidato antes de las elecciones nacionales.
La policía arrestó a un sospechoso, Tetsuya Yamagami, de 41 años, por un cargo inicial de intento de asesinato antes de que se anunciara la muerte del Sr. Abe.
La Agencia Japonesa de Manejo de Incendios y Desastres dijo que al Sr. Abe le habían disparado en el lado derecho del cuello y en el lado izquierdo del pecho. Las imágenes en las redes sociales mostraron a Abe colapsado y sangrando en el suelo en la ciudad occidental de Nara, cerca de Kioto.
Hidetada Fukushima, profesor a cargo de medicina de emergencia en el Hospital de la Universidad Médica de Nara, dijo el viernes por la noche que el Sr. Abe fue declarado muerto allí poco después de las 5 p.m.
El Sr. Abe fue llevado al hospital a las 12:20 p. m. sin mostrar signos vitales, dijo el Dr. Fukushima. Dijo que el Sr. Abe había sufrido dos heridas de bala. Los médicos trataron de detener el sangrado e hicieron una transfusión, pero no pudieron resucitarlo, dijo el Dr. Fukushima.
La violencia armada es rara en Japón, donde solo se informaron 10 tiroteos que contribuyeron a la muerte, lesiones o daños a la propiedad en 2021, según estadísticas de la Agencia Nacional de Policía . En esos episodios, una persona murió y otras cuatro resultaron heridas, cifras que no incluyen accidentes ni suicidios.
El primer ministro Fumio Kishida calificó el asesinato como “un acto de barbarie cobarde”. “Lo condeno una vez más con las palabras más fuertes”, dijo.
Agregó que la elección libre y justa, que es la base de la democracia, debe ser absolutamente protegida. La elección se llevará a cabo el domingo.
El Sr. Abe estaba dando un discurso de campaña en nombre de Kei Sato, de 43 años, miembro del Partido Liberal Democrático de Nara que se postulaba para la reelección en la Cámara Alta del Parlamento. Abe, quien renunció como primer ministro en 2020 debido a problemas de salud, seguía siendo un agente de poder para el partido.