En un acto desesperado por evitar su deportación, un grupo de migrantes incendió colchonetas en un centro de detención migratorio en Ciudad Juárez, Chihuahua, la noche del lunes. La situación se salió de control rápidamente y el fuego se propagó con rapidez, dejando un saldo trágico de 40 personas fallecidas, según informó el portavoz de la Presidencia de México, Jesús Ramírez Cuevas.

La noticia ha conmocionado a todo el país, ya que las víctimas eran seres humanos que buscaban una vida mejor y que, en un acto desesperado, tomaron una decisión que les costó la vida. El Presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su profundo pesar por lo sucedido y aseguró que se investigará a fondo para determinar las causas del incendio y tomar las medidas necesarias para evitar que algo así vuelva a ocurrir en el futuro.

Las imágenes de la tragedia han comenzado a circular por todo el país, mostrando el horror de lo sucedido y recordándonos la importancia de tratar con humanidad a aquellos que, por diversas razones, se ven obligados a abandonar sus hogares y buscar refugio en otros lugares. La muerte de estas 40 personas es una tragedia que nos recuerda la importancia de la solidaridad y el respeto hacia los migrantes, quienes merecen ser tratados con dignidad y respeto en todo momento.