En un acto de desesperación y enojo ante la creciente inseguridad, vecinos de Nextlalpan, Estado de México, incendiaron la sede del gobierno local en la madrugada del martes. Según testigos, un grupo de residentes frustrados llevó a cabo el ataque en protesta por la falta de acción de las autoridades ante los altos índices de criminalidad en la zona.
La situación estalló tras una serie de asaltos violentos y secuestros que afectaron a familias de la comunidad. Al no obtener respuesta de las autoridades municipales en materia de seguridad, algunos ciudadanos decidieron manifestar su descontento de forma extrema, lanzando cócteles molotov hacia la presidencia municipal y provocando un incendio que se extendió rápidamente.
Los vecinos han señalado que sus intentos previos de diálogo con las autoridades para exigir mayor seguridad fueron ignorados, lo cual incrementó su frustración. “Nos están matando, nos están robando, y nadie hace nada. Estamos hartos”, declaró un manifestante a medios locales.
Ante estos hechos, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México inició una investigación, y la Comisión Estatal de Derechos Humanos expresó su preocupación por el uso de la violencia como forma de protesta, aunque reconoció el contexto que desencadenó la situación. En respuesta, las autoridades locales han prometido aumentar la vigilancia en la zona para intentar restablecer el orden.
El gobierno municipal de Nextlalpan, en un comunicado, condenó el ataque y se comprometió a colaborar con las autoridades en la investigación, además de asegurar que implementará nuevas estrategias para mejorar la seguridad en el municipio.