A solo dos meses de concluir el sexenio, la Auditoría Superior de la Federación (ASF), organismo dependiente de la Cámara de Diputados, ha revelado un nuevo fraude en Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX) por un monto de 2 mil 577 millones de pesos. Esta cifra se suma a los más de 12,000 millones de pesos previamente denunciados y aún sin esclarecer por las autoridades federales.
Tras la denuncia presentada por la ASF ante un juez federal, las cuentas bancarias de los presuntos responsables fueron congeladas. Los implicados están vinculados a actividades de compra y venta de productos básicos como granos, alimentos procesados y leche, destinados a programas de ayuda para las poblaciones más vulnerables del país.
Este nuevo desfalco se da en un contexto donde el director general de SEGALMEX, Ignacio Ovalle Fernández, no solo fue exonerado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien argumentó que Ovalle fue “engañado por funcionarios de menor rango”, sino que además fue recompensado con un puesto en la Secretaría de Gobernación.
La ASF ha presentado 18 denuncias ante la Fiscalía General de la República, señalando que el equipo directivo de SEGALMEX no pudo justificar gastos por 2 mil 577 millones de pesos. Los egresos incluyen la compra de materiales como garrafones de agua, costales y tarimas, que nunca llegaron a los almacenes correspondientes.
El fraude también involucra desvíos de fondos a través de contratos de “outsourcing” con empresas como “Team Business Management” y “Esespa”, por un monto de mil 385 millones de pesos. Estos contratos, que incluían pagos adelantados por productos que nunca se entregaron, son parte de un esquema de corrupción que ha golpeado duramente a la empresa.
Adicionalmente, se identificaron faltantes por alrededor de 100 millones de pesos destinados a la compra de envases de garrafones y envases PET, los cuales tampoco fueron entregados.
A pesar de las promesas del presidente López Obrador, quien aseguró que el fraude no superaba los 10 mil 500 millones de pesos y que se recuperarían los fondos robados, la realidad es que la mayoría del saqueo ocurrió bajo la dirección de Ignacio Ovalle, mientras estaba al frente de SEGALMEX, organismo sectorizado en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. La devolución de los recursos sigue sin materializarse, dejando un rastro de impunidad y corrupción que marca el cierre del sexenio.
