La presidenta Claudia Sheinbaum ha declarado la crisis migratoria como un tema prioritario en la agenda nacional, en respuesta a la victoria del republicano Donald Trump y su promesa de deportar hasta un millón de migrantes en situación irregular por año. Aunque Trump asumirá el cargo en enero de 2025, el Gobierno mexicano ya ha comenzado a preparar estrategias para contrarrestar el endurecimiento migratorio que se anticipa.
Sheinbaum subrayó la importancia de demostrar con datos concretos las contribuciones de los migrantes mexicanos, quienes desempeñan un papel crucial en sectores clave como la agricultura y la construcción, además de pagar impuestos y dinamizar la economía de ambos países. El documento de trabajo que prepara su administración incluirá estos puntos y buscará fortalecer los vínculos en torno al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), que será revisado en 2026.
Acciones inmediatas
El gabinete presidencial ya trabaja en alternativas para mitigar el impacto de las políticas anunciadas por Trump. Entre las medidas consideradas, destaca un enfoque en la diplomacia para enfatizar los beneficios mutuos de la relación binacional. Además, se están explorando iniciativas para brindar mayor apoyo a las comunidades migrantes en Estados Unidos, así como programas de reintegración para posibles deportados.
Un desafío diplomático mayor
La migración no será el único tema en la agenda entre México y Estados Unidos. Sheinbaum también ha convocado a su gabinete para abordar temas como la seguridad fronteriza y el comercio bilateral. Sin embargo, la crisis migratoria podría convertirse en el primer gran desafío en la relación entre ambos gobiernos.
El discurso de Sheinbaum destaca su compromiso con los derechos humanos: “No estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales”, afirmó, dejando claro que su administración buscará equilibrar firmeza diplomática con soluciones humanitarias para quienes enfrentan situaciones de vulnerabilidad.
Esta política se da en un contexto en el que la región vive una de las mayores crisis migratorias de su historia, con miles de personas transitando por México en busca del llamado sueño americano. La coordinación y cooperación entre naciones será esencial para encontrar soluciones a largo plazo que protejan los derechos y dignidad de los migrantes.
