Hasta el pasado 14 de noviembre, en Jalisco había 4 mil 771 personas fallecidas sin identificar en las morgues.
Durante la administración de Enrique Alfaro, Jalisco ha experimentado un aumento alarmante en el número de personas fallecidas sin identificar, cifra que se ha multiplicado por más de cinco veces. Este incremento está directamente vinculado a los altos índices de desapariciones y el hallazgo de fosas clandestinas en el estado.
El fenómeno refleja un escenario de creciente violencia, donde las autoridades enfrentan grandes desafíos para identificar a las víctimas y proporcionar justicia a las familias afectadas. Las cifras han alcanzado niveles críticos, generando preocupación entre la sociedad y en organismos de derechos humanos que exigen una acción más eficaz por parte del gobierno estatal para resolver estos casos.
Este grave problema resalta la necesidad urgente de mejorar los procesos de identificación forense y fortalecer los esfuerzos para erradicar la violencia en Jalisco.