La comunidad internacional reaccionó con firmeza al secuestro de la líder opositora venezolana María Corina Machado, quien fue retenida durante cerca de una hora por agentes chavistas en Caracas antes de ser liberada. Edmundo González Urrutia, presidente electo de Venezuela, exigió su liberación inmediata y advirtió a los oficiales responsables: “No jueguen con fuego”.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, expresó su condena al hecho, reclamando el respeto a la integridad de Machado y responsabilizando al régimen de Maduro por su seguridad. “¡El régimen dictatorial es el responsable de su vida!”, señaló en un mensaje difundido en redes sociales tras haberse reunido previamente con González Urrutia.
Organizaciones de derechos humanos y otros mandatarios de la región también se sumaron al reclamo, calificando el suceso como un nuevo atentado contra la democracia y los derechos fundamentales en Venezuela.
