En un movimiento simbólico y controvertido, el presidente Donald Trump ha designado a tres veteranos actores como sus representantes en Hollywood: Mel Gibson, Jon Voight y Sylvester Stallone. Este nombramiento llega en un contexto de tensiones entre la administración Trump y la industria cinematográfica, tradicionalmente crítica con el mandatario. Los actores, a quienes Trump describió como sus “ojos y oídos” en el corazón de la industria, tendrán la misión de asesorarlo sobre cómo devolver a Hollywood su “era dorada”.
El nombramiento de estos emisarios ha sido recibido con escepticismo en Los Ángeles, una ciudad que enfrenta una doble crisis: la caída de la producción cinematográfica y los devastadores incendios forestales que han cobrado al menos 25 vidas desde principios de enero y destruido cerca de 10,000 propiedades. Entre las afectadas se encuentra la lujosa mansión de Mel Gibson en Malibú, valuada en 14,5 millones de dólares. El actor y director, conocido por sus posturas controvertidas, se encontraba en Texas grabando un podcast con Joe Rogan cuando su propiedad quedó reducida a cenizas.
Jon Voight, de 86 años, quien recientemente participó en Megalópolis, de Francis Ford Coppola, ha sido un abierto defensor de Trump, generando más titulares por sus elogios al presidente que por su trabajo en la pantalla. Por su parte, Sylvester Stallone, estrella de Rambo y ferviente admirador de Trump, comparó al mandatario con figuras como George Washington y Jesucristo durante un evento en Mar-a-Lago.
Trump justificó estos nombramientos al afirmar que la industria del cine ha perdido terreno frente a la competencia extranjera en los últimos años. “Yo haré lo que ellos me sugieran, y será nuevamente la era dorada en Hollywood”, declaró en su red social Truth Social.
Mientras tanto, Hollywood vive una temporada de premios atípica, marcada por el silencio político de los actores, quienes en el pasado usaban estos eventos para criticar al mandatario. La huelga de actores, que se extendió por 118 días, y las secuelas económicas de la pandemia han dejado a la industria en una situación crítica, con una caída del 27% en la producción en los últimos cinco años.
La emergencia por los incendios ha exacerbado la crisis, con más de 8,000 trabajadores evacuados, según el sindicato IATSE. A pesar de las dificultades, la atención de la industria se centra en los premios Oscar, cuyos nominados serán anunciados el viernes, en un intento por recuperar algo de normalidad en medio del caos.
Mientras tanto, la relación entre Trump y Hollywood sigue siendo tensa y compleja, con la designación de sus emisarios como el más reciente capítulo en esta historia de confrontación y contradicciones.
