El animal del que se habla en el texto es la hiena, un depredador y cazador muy exitoso en África, conocido por su inteligencia, habilidades sociales y organización jerárquica. Aunque tradicionalmente ha sido vista con una mala reputación debido a su asociación con la carroña y su característico “risa demoníaca”, las hienas son animales sociales complejos, y en muchas especies, como la hiena manchada, las hembras alfa lideran el grupo.
Su sistema de jerarquía es tan intrincado como el de los primates, y las crías heredan su posición dentro de la jerarquía, similar a una monarquía. A pesar de la mala imagen cultural de las hienas, que proviene de la literatura, mitos y folclore (como ser vistas como “carroñeras” o asociadas a brujería), los estudios recientes demuestran que son criaturas muy inteligentes, con una estructura social sofisticada.
Algunos escritores históricos como Aristóteles, Hemingway y Roosevelt alimentaron esta visión negativa, pero investigaciones más recientes revelan una imagen muy diferente, mostrando que las hienas son cazadoras habilidosas con comportamientos complejos que rivalizan con los de otras especies sociales, incluidos los primates.