México se encuentra en un momento histórico de inflexión económica, donde las transformaciones internas y los retos globales marcan el camino hacia un futuro incierto pero lleno de oportunidades. Este contexto está definido por tres grandes ejes: una transición política que redefine el rol del Estado, el surgimiento de un orden económico posneoliberal y la necesidad urgente de enfrentar la crisis climática con nuevas estrategias.
Un modelo de economía moral
En el ámbito interno, el gobierno mexicano ha promovido un modelo de “economía moral” que busca reimaginar la participación del Estado en el desarrollo económico. Este enfoque se centra en reducir la desigualdad, fortalecer programas sociales, ampliar los derechos laborales y fomentar una redistribución más equitativa de la riqueza. Sin embargo, este modelo enfrenta críticas por su implementación y sostenibilidad a largo plazo, especialmente en un contexto global donde las cadenas de valor y los flujos de inversión están en constante reconfiguración.
El posneoliberalismo en el escenario global
A nivel mundial, se debate la transición hacia un nuevo orden económico que algunos analistas denominan “posneoliberalismo”. Este cambio implica una mayor intervención estatal en las economías, el fortalecimiento de sectores estratégicos y una reevaluación de las políticas comerciales y de inversión. México, como una economía abierta, debe navegar cuidadosamente entre su integración con Estados Unidos a través del T-MEC y la diversificación de sus relaciones económicas hacia Asia, Europa y América Latina.
Crisis climática y sostenibilidad
A estas transiciones se suma la crisis climática, que exige un replanteamiento profundo de las bases del desarrollo económico. México, como una nación altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, enfrenta la tarea de equilibrar el crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental. La inversión en energías renovables, el fortalecimiento de la economía circular y la protección de los recursos naturales son estrategias fundamentales para posicionarse en el nuevo paradigma global.
El camino hacia adelante
En este momento de reordenamiento económico mundial, México debe definir cómo encajará en el nuevo mapa del poder global. Las preguntas clave giran en torno a su capacidad para consolidar un modelo económico que priorice la equidad social y la sostenibilidad ambiental, mientras fortalece su competitividad internacional.
Las decisiones tomadas hoy no solo definirán el futuro económico del país, sino también su papel como actor relevante en un mundo donde la cooperación y la resiliencia son más necesarias que nunca.