De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la sequía seguirá siendo un fenómeno recurrente y de alto impacto en diversas regiones de México durante 2025. La falta de precipitaciones y el aumento de temperaturas globales están llevando al país a enfrentar una de las sequías más severas de los últimos años.
Consecuencias de la sequía
La escasez de agua disminuye los niveles de ríos, arroyos y lagos, alterando hábitats y poniendo en peligro a la vida acuática. Además, incrementa el riesgo de incendios forestales, pérdida de biodiversidad y afectaciones a la agricultura, que impactan la seguridad alimentaria.
En Jalisco, la situación es crítica: los bajos niveles en cuerpos de agua como el Lago de Chapala afectan tanto al suministro de agua como al turismo en la región. Asimismo, la producción de cultivos esenciales como maíz, frijol y agave ha disminuido, impactando la economía de las comunidades agrícolas.
Medidas para mitigar sus efectos
Aunque prevenir la sequía en sí es complejo, se pueden implementar acciones para reducir su impacto:
- Optimizar el uso del agua en hogares, agricultura e industria.
- Promover la reforestación y evitar la deforestación.
- Implementar sistemas de captación de agua de lluvia.
- Reutilizar el agua tratada.
- Fomentar una cultura de ahorro y cuidado del agua.
La sequía actual se extenderá hasta mayo, según estimaciones de las autoridades. Es fundamental que tanto el gobierno como la ciudadanía trabajen en conjunto para mitigar sus efectos y proteger los recursos hídricos del país.