Los albergues de Ciudad Juárez, actualmente con menos de la mitad de su capacidad ocupada, enfrentan un grave desafío ante la proyección de la repatriación de 2,500 connacionales antes de febrero, según funcionarios locales. Aunque el gobierno federal ha propuesto la instalación de carpas para ampliar la capacidad de recepción, activistas de Derechos Humanos alertan que estos esfuerzos serán insuficientes para hacer frente a una posible llegada masiva de personas.
La situación podría desencadenar una crisis humanitaria si no se toman medidas adecuadas, ya que los albergues actuales no están diseñados para atender un número tan elevado de repatriados en un corto periodo de tiempo. Las organizaciones civiles han señalado la falta de recursos y la necesidad urgente de una coordinación más eficiente entre las autoridades y la sociedad civil para evitar un colapso en la atención a los migrantes.