El 1er Festival de Globos de Cantoya “Vuela Alto” fue un sueño hecho realidad. Con el cielo de San Ignacio Ojo de Agua y Ahualulco de Mercado iluminado por colores vibrantes, los asistentes disfrutaron de un evento único lleno de magia, tradición y cultura.
Durante el festival, que se celebró el 17 y 18 de enero, las dos comunidades se unieron en una fiesta llena de actividades para toda la familia. En San Ignacio Ojo de Agua, el 17 de enero comenzó a las 3:00 PM con torneos juveniles de fútbol y a las 6:00 PM, un concurso de globos con la participación de escuelas locales. La esperada elevación de globos tuvo lugar a las 7:20 PM, dejando a todos los presentes maravillados.
Por su parte, Ahualulco de Mercado celebró su parte del festival el 18 de enero, comenzando con una expo venta de productos artesanales y gastronómicos locales a las 6:30 PM. A las 7:30 PM, se elevó el primer globo, seguido de música en vivo para poner el broche de oro al evento.
“Vuela Alto” no solo fue una muestra de arte, sino también una oportunidad para recaudar fondos que se destinarán a mejorar la infraestructura del centro de salud local, un servicio esencial para la comunidad.
Agradecemos profundamente a las autoridades municipales, patrocinadores, equipos de fútbol, y a todos los que hicieron posible este evento. También extendemos un reconocimiento especial a las personas que participaron en la seguridad forestal, quienes actuaron con rapidez ante cualquier riesgo, garantizando la seguridad de todos informo el presidente municipal de Ahualulco Bladimir Arreaola.
Es importante resaltar la presencia activa del personal de Protección Civil de Ahualulco de Mercado y Protección Civil del Estado, quienes estuvieron monitoreando la elevación de los globos durante todo el evento, garantizando la seguridad de los asistentes y previniendo cualquier posible incidente que pudiera causar un incendio en la localidad. Su vigilancia constante y rápida respuesta fueron fundamentales para el éxito y la seguridad de esta celebración.
Este festival, que reunió a cientos de personas de todas las edades, ha dejado una huella imborrable en los corazones de los asistentes, y es un claro ejemplo de cómo la educación y la cultura pueden unir a las comunidades para lograr una sociedad más segura y solidaria.