La administración Trump oficializó este lunes su salida de un acuerdo comercial que por años reguló la importación de tomates mexicanos a Estados Unidos. En su lugar, se aplicará un nuevo arancel del 17.5%, lo que podría provocar un aumento considerable en los precios de alimentos.
Aunque el gravamen es ligeramente menor al 21% que se había propuesto en abril, su impacto en el comercio agrícola será significativo. El Departamento de Comercio estadounidense justificó la medida señalando prácticas de competencia desleal, acusaciones que han sido rechazadas por el gobierno mexicano y por productores agrícolas del país.
Este anuncio ocurre en el marco de una política comercial más agresiva del expresidente Donald Trump, quien recientemente también anunció un arancel del 30%, a partir del 1 de agosto, sobre otros productos mexicanos que no están protegidos por el nuevo acuerdo comercial norteamericano (USMCA).
El retiro del acuerdo y la imposición de tarifas podrían tensar aún más las relaciones económicas entre ambos países, afectando a consumidores y productores a ambos lados de la frontera.