Bronca en el Senado: Alito Moreno golpea a Gerardo Fernández Noroña al cierre de la sesión

El Senado terminó en escándalo: Alito Moreno golpeó a Fernández Noroña y lesionó a un camarógrafo. La violencia política exhibe el deterioro del Congreso en plena crisis nacional.


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La máxima tribuna del país cerró sus trabajos en medio de golpes, insultos y amenazas. El dirigente nacional del PRI y senador, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, agredió físicamente al presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, al término de la sesión de la Comisión Permanente del 27 de agosto.

El episodio ocurrió al concluir el Himno Nacional en la Casona de Xicoténcatl. Apenas terminaban los acordes cuando Moreno, visiblemente alterado, se abalanzó contra Noroña para reclamarle que no le había cedido la palabra. Frente a cámaras y decenas de legisladores, lanzó empujones, puñetazos e insultos. “¡Te parto tu madre, cabr*n, te voy a matar!”, gritaba mientras la vicepresidenta de la Mesa Directiva, Dolores Padierna, intentaba sacar a Noroña de la escena.

Lejos de detener la confrontación, otros priistas como Carlos Gutiérrez Mancilla aprovecharon el forcejeo para golpear también al presidente del Senado. En medio de la trifulca, el camarógrafo Emiliano González González —integrante del equipo de Noroña— fue empujado, pateado y terminó en el suelo. Servicios médicos le colocaron un collarín y el brazo inmovilizado.

La agresión coronó una sesión que ya venía marcada por insultos y descalificaciones. Durante el debate, PRI y PAN cerraron filas en torno a la senadora Lilly Téllez, quien en tribuna refrendó su respaldo a una eventual intervención militar de Estados Unidos en México y calificó a legisladores de Morena de “narcosatánicos”. Desde la 4T, en respuesta, se le señaló de “traición a la patria”.

En conferencia de prensa, Gerardo Fernández Noroña acusó directamente a Moreno de haberlo amenazado de muerte y anunció denuncias penales. “Yo tengo 65 años, él es más joven y fuerte; no fue un enfrentamiento, fue una golpiza. Me dijo que me iba a matar”, relató. Subrayó además que su colaborador Emiliano resultó más afectado que él mismo.

Por su parte, Alito buscó justificar su violencia afirmando que actuó “en defensa” de Lilly Téllez, a quien —según su versión— Morena había “maltratado”. No obstante, las imágenes difundidas muestran a un dirigente priista fuera de control, agrediendo no solo a Noroña, sino también a colaboradores y personal del recinto.

Rubén Moreira, otro priista presente durante todo el altercado, fue testigo directo de la agresión y no intervino para frenarla. La omisión también quedó registrada en video.

La escena es más que un episodio bochornoso: refleja el deterioro de la vida política en México, donde los golpes sustituyen al debate y las amenazas se normalizan en la más alta tribuna del país. Alito cerró con una advertencia: “Nos vemos el primero de septiembre en la Cámara de Diputados”, sugiriendo que la confrontación apenas comienza.

El Congreso, llamado a ser espacio de diálogo, terminó convertido en ring político, exhibiendo ante la ciudadanía la incapacidad de la oposición y del oficialismo para dirimir sus diferencias con civilidad


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admin