El mundo del rock está de luto. Ace Frehley, legendario guitarrista y miembro fundador de KISS, falleció este jueves 16 de octubre a los 74 años en Morristown, Nueva Jersey, tras sufrir una caída en su domicilio.

La noticia fue confirmada por su familia en un comunicado compartido con PEOPLE, donde expresaron su dolor y agradecimiento a los seguidores del músico. “La magnitud de su fallecimiento es de proporciones épicas e incomprensible. Apreciamos sus mejores recuerdos, su risa, y celebramos la fortaleza y la bondad que brindó a los demás”, escribieron.

Frehley, cuyo nombre real era Paul Frehley, fue uno de los fundadores de KISS en 1973 y creó el icónico personaje del “Spaceman”, con su característico maquillaje plateado. Abandonó la banda en 1982, pero su legado quedó sellado como uno de los guitarristas más influyentes del rock.
En los últimos años, el músico enfrentó problemas de salud derivados de una caída sufrida semanas atrás. Aunque él mismo la calificó como “menor” en redes sociales, posteriormente canceló toda su gira de 2025 por “problemas médicos persistentes”.

A lo largo de su carrera, Frehley dejó huella con su virtuosismo y estilo único. En solitario, alcanzó gran éxito con temas como “New York Groove”, incluido en su disco debut de 1978, y con producciones recientes como 10,000 Volts (2024). Fue el único miembro de KISS en lograr un álbum en solitario dentro del Top 10 de Billboard.
Aunque su relación con Gene Simmons y Paul Stanley fue conflictiva, Ace regresó brevemente a KISS en 1996 para la gira de reunión y volvió a compartir escenario con ellos en el KISS Kruise de 2018. En 2014, ingresó al Salón de la Fama del Rock and Roll, donde Tom Morello, de Rage Against the Machine, lo describió como “mi primer héroe de la guitarra”.

Más allá del escenario, Frehley fue un ejemplo de superación. Dejó atrás sus adicciones en 2006 gracias al apoyo de su hija Monique, a quien solía dedicar palabras de agradecimiento en entrevistas. “Esa noche decidí cambiar mi vida”, dijo alguna vez.
Ace Frehley deja una huella imborrable en la historia del rock, con un legado que inspiró a generaciones de guitarristas. Su música —al igual que su característico riff de “Deuce”— seguirá sonando en cada escenario donde el rock mantenga vivo su espíritu rebelde.