Una historia que comenzó con una mesita y una hielera en las calles de Mazatlán.
Ahí estaba Beto, con mariscos frescos, sazón sinaloense y muchas ganas de salir adelante. Lo que parecía una carreta más, pronto se convirtió en un...
Ahí estaba Beto, con mariscos frescos, sazón sinaloense y muchas ganas de salir adelante. Lo que parecía una carreta más, pronto se convirtió en un lugar de culto para quienes sabían reconocer el sabor auténtico del Pacífico. En 2002 nació Mariscos Beto, y desde entonces su esencia no ha cambiado: mariscos frescos traídos cada semana...