Productores y transportistas preparan paro nacional el 24 de noviembre.
Campesinos y transportistas anuncian un paro nacional el 24 de noviembre para exigir precios justos al maíz, frenar la nueva Ley de Aguas y denunciar la inseguridad y corrupción en carreteras.
El Frente Nacional de Rescate del Campo Mexicano (FNRCM) y la Asociación Nacional Transportista (ANT) anunciaron este martes un paro nacional para el próximo 24 de noviembre, con bloqueos carreteros y toma de aduanas en distintos puntos del país.
La protesta busca exigir precios de garantía para el maíz, detener la nueva Ley de Aguas Nacionales, y denunciar la crisis de inseguridad y corrupción en las carreteras. Los líderes del movimiento aseguran que la falta de diálogo con el gobierno federal ha dejado al campo en una situación crítica.
Durante una conferencia frente a Palacio Nacional, Baltazar Valdez, dirigente del FNRCM, afirmó que las movilizaciones serán pacíficas y que solo se detendrá el tránsito de mercancías, sin afectar el paso de automóviles particulares ni del transporte de pasajeros.
“La forma de lucha va a volver a ser las carreteras. Vamos a detener el tránsito de las mercancías, no vamos a obstruir el paso de vehículos privados ni de transporte de pasajeros”, declaró Valdez.
Los manifestantes también anunciaron la toma de aduanas como medida de presión para lograr una mesa de diálogo directa con la presidenta Claudia Sheinbaum, luego de que —aseguran— las reuniones con el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Julio Berdegué, no han dado resultados.
El movimiento plantea cinco objetivos principales:
- Reconocer al campo como un interés nacional.
- Retirar los granos mexicanos de la Bolsa de Chicago en la próxima negociación del Tratado de Libre Comercio.
- Crear una banca de desarrollo para productores agrícolas.
- Establecer precios de garantía justos.
- Modificar la Ley de Aguas Nacionales, considerada lesiva para los usuarios del riego agrícola.
Valdez subrayó que la reforma impulsada por Sheinbaum afecta las concesiones de agua destinadas al consumo humano e industrial, perjudicando directamente a los agricultores.
Por su parte, Alejandro Rodríguez, productor de Chihuahua y también integrante del FNRCM, denunció que la crisis en el campo se ha profundizado por el abandono institucional y los bajos precios de las cosechas.
A su vez, David Estévez, presidente de la ANT, señaló que los transportistas enfrentan una ola de inseguridad sin precedentes:
“Antes se robaban cinco o siete tráilers diarios; hoy nos están robando entre 55 y 60 vehículos de carga al día. Los datos del gobierno sobre seguridad son falsos”, afirmó.
“El campo no puede sobrevivir con carreteras inseguras”
La alianza entre campesinos y transportistas pretende articular un frente nacional de presión que obligue al gobierno a atender sus demandas.
“El campo no puede sobrevivir con carreteras inseguras, con precios injustos y con corrupción. Por eso hoy estamos aquí juntos: el hombre del campo y el hombre camión”, expresaron los líderes.
El movimiento adelantó que las movilizaciones se extenderán por todo el país, y no descartan un paro total si no se abre un canal de diálogo con el gobierno federal.
De manera paralela, el Movimiento Rural 9 de Septiembre A.C. anunció que prepara la toma pacífica del edificio central de la Sader, en la Ciudad de México, como parte de las acciones de presión.