Contra Cuba, obsesión fétida, arbitraria y despótica

Refinería Ñico López, en Cuba. Foto tomada de X @50Trabajadores


0

Cuba / Jueves 26 de junio del 2025.- En el puerto de La Habana está un barco con toneladas de arroz, fondeado y esperando a descargar. Tal vez no llegue a descargar, porque para hacerlo debe recibir una señal de la central comercial que lo contrató, de que ha recibido en pago 60 mil dólares. Para que los 60 mil dólares lleguen a esa central, que puede estar en cualquier parte del mundo porque es muy difícil conseguir barcos que acepten trasladar mercancía a Cuba, La Habana tiene que realizar operaciones casi clandestinas a través de una serie de movimientos camuflados, para no ser detectados por los sistemas estadunidenses de vigilancia de las transacciones cubanas. Si los 60 mil dólares logran dicha hazaña y llegan a la cuenta de la empresa, el barco descargará el arroz; si no, dará media vuelta y se irá.

El cargamento puede ser también de harina de trigo, de petróleo, de repuestos, de insumos para fabricar medicamentos, celulosa de papel, o tantísimas otras cosas que se requieren para sostener la vida básica, social, cultural, económica de la isla. El pago se tiene que efectuar siempre así para evadir a los perros fiscales internacionales que los yanquis han desplegado desde hace muchos años para el control financiero. Este control financiero hace que Cuba sea un país sin acceso a créditos, sin préstamos de ningún tipo, todo lo tiene que pagar de contado al momento, en un mundo de libre mercado y paraísos financieros.

En México podemos hacer una transferencia bancaria a cualquier país, en cualquier banco, pero a Cuba no se puede, ningún banco lo hace. Esta es una parte poco visible del bloqueo impuesto, pero ciertamente devastadora. No sólo por la escasez que impone, sino también por el encarecimiento de todo producto, las compañías y barcos que deciden tomar el riesgo de llevar a Cuba algo se aprovechan y duplican precios.

En la pandemia, por ejemplo, los aparatos de oxígeno, las jeringas y medicamentos tuvieron que comprarlos al doble o triple, cuando se conseguían. Hay 37 maravillosas escuelas de arte que hacen milagros para seguir en pie, hay 2 mil 300 instituciones culturales, ¿cómo conseguir violines, guitarras, óleos, telas, zapatillas de ballet? ¿Cuánto cuesta traer tenis, balones, mantener canchas, para el deporte?

Cuba es una gran isla, pero, como todas las del Caribe, su entorno impone condiciones muy limitadas de producción. Siempre ha tenido un talón de Aquiles en la carencia energética, la escasa diversidad alimentaria, la necesidad de materias primas de todo tipo para sostener la posibilidad de producción nacional. Sin energía evidentemente nada se mueve: ni un pequeño ventilador casero, ni el transporte, ni las fábricas, elevadores, comercios, Internet, todo se apaga.

En los años 80 la URSS propuso construir una planta de energía nuclear, pero su desaparición dejó abandonada una enorme construcción presa de los huracanes que la van desmantelando. México, país petrolero, nunca ha querido establecer un intercambio que podría ser beneficioso: proveer petróleo que sería refinado, por ejemplo en la refinería Ñico López y regresado a nuestro país como gasolinas. Se firmaron acuerdos con Centroamérica para abastecer de petróleo, pero nunca con Cuba.

El centro de las actividades de la Promotora de Solidaridad ¡Va por Cuba! fue precisamente ese: petróleo para Cuba desde México. Hoy día el desmantelamiento de Pemex ha dejado saldos increíbles, por ejemplo: el 30 de mayo se encontraron 3 millones de litros de huachicol en Tabasco, ahora son bienes malversados y recuperados: ¿no podrían enviarse a Cuba?, ¿no podríamos abrir formas de abastecer a la isla? El petróleo que requiere Cuba es realmente mínimo en relación con nuestra producción.

Hasta el mínimo detalle es observado y bloqueado su desarrollo por esta fétida, malsana, arbitraria y despótica determinación de EU. Los cubanos se preguntan con azoro: ¿Qué más van a inventar? ¿Qué otra medida aparecerá? Empezaron gravando las remesas, que de por sí enviarlas a Cuba es una hazaña. Este mes impusieron dos nuevas: se restringe la entrada de ciudadanos a EU, 12 países fueron avisados, entre ellos Cuba y Venezuela; así dijo Trump: “No permitiremos que entren personas que quieren perjudicarnos”.

Ahora ya no son bienvenidos cuando antes se fomentó de diversas maneras su salida ilegal. Ahora incluso los deportan a países como Sudán. Otra medida absolutamente arbitraria es decidir que no se otorgará visa a los funcionarios de terceros países que contraten médicos cubanos. Una amenaza que espero no asuste a los directores del IMSS y el Issste, ni al secretario de Salud en México. Los médicos cubren plazas que no tenemos cómo llenar y realizan una labor indispensable. Sólo la derecha-facha de nuestro país se hace eco de esta sandez.

En medio de la locura imperial que invade a los gringos, que sueltan bombas por todas partes, nos preocupa muchísimo que la respuesta a la pregunta de ¿Qué más van a implementar? sea el bombardeo sobre la isla valerosa y solidaria. Sería una aberración histórica, abyecta frente a cualquier noción civilizatoria.

La Jornada


Like it? Share with your friends!

0