La mañana del domingo 13 de octubre, los cuerpos de cinco hombres fueron encontrados en la carretera federal 80, en los límites de Ojuelos, Jalisco, y Zacatecas, generando una nueva ola de alarma en la región. Los cadáveres, que presentaban evidentes signos de tortura y fueron decapitados, estaban envueltos en plástico negro y dispuestos al margen de la vía en el kilómetro 81 del tramo Lagos de Moreno-San Luis Potosí. Sus cabezas se encontraron dentro de una bolsa separada, un hecho que ha conmocionado a la comunidad local.
El hallazgo fue reportado por elementos de la Guardia Nacional a las 7:05 de la mañana, quienes, tras acudir al lugar, confirmaron la presencia de las víctimas. Las autoridades ministeriales y forenses se desplazaron rápidamente a la zona para procesar la escena del crimen, mientras que la Fiscalía del Estado de Jalisco abrió una carpeta de investigación para esclarecer el macabro suceso.
Las víctimas, que aparentan tener entre 25 y 40 años, aún no han sido identificadas, lo que sugiere que podrían ser originarias de estados vecinos como Zacatecas, debido a la proximidad de los hechos. Esta teoría se refuerza por los recientes enfrentamientos violentos en la región, particularmente en Encarnación de Díaz, donde se registraron enfrentamientos entre criminales y la Guardia Nacional. Estos choques resultaron en narcobloqueos con vehículos incendiados y la captura de dos sospechosos, además de un oficial herido.
El Gobierno de Jalisco informa que los cuerpos de las víctimas no han sido identificados ni reclamados, por lo que se presume que se trata de personas vecinas de otros estados, quizá Zacatecas por la cercanía.
Ante la creciente violencia, el gobierno de Jalisco ha desplegado elementos de seguridad de los tres niveles de gobierno para patrullar la zona y mantener el control, mientras los cuerpos continúan bajo custodia del Servicio Médico Forense en Lagos de Moreno, donde se les realizarán las autopsias.
La brutalidad del crimen ha generado un fuerte impacto en la opinión pública, sumando un capítulo más a la creciente violencia que azota al estado. Las investigaciones continúan, con la esperanza de capturar a los responsables y brindar justicia a las víctimas.
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