La administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) concluyó en septiembre de 2024 con un total de 196,216 decesos dolosos, según cifras preliminares del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Solo en septiembre de 2024, hubo 2,604 víctimas, agrupadas en 2,206 denuncias.
Este número representa un incremento del 25% en comparación con los 157,158 decesos registrados durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) y un aumento del 61% frente a los 121,613 decesos ocurridos durante la administración de Felipe Calderón (2006-2012). Durante el mandato de AMLO (2018-2024), Colima, Morelos, Baja California, Chihuahua y Guerrero se destacaron por sus altas tasas de decesos por cada 100,000 habitantes.
De enero a septiembre de 2024, el SESNSP también reportó un repunte de 0.5% en el número de decesos, que pasó de 22,633 en 2023 a 22,754 en 2024. Estas cifras destacan la persistente crisis de seguridad en México y reflejan el reto que la violencia ha representado para las recientes administraciones.
