Pando, una colonia de clones de álamo temblón (Populus tremuloides) ubicada en Utah, Estados Unidos, sigue sorprendiendo a los científicos con nuevos hallazgos que amplían nuestro conocimiento sobre este increíble ser vivo. Formado por un extenso sistema de raíces que cubre más de 40 hectáreas, Pando es considerado el organismo más grande del planeta, superando cualquier otra planta conocida en términos de tamaño.
Un estudio reciente ha revelado un dato aún más asombroso: Pando podría tener una edad de entre 16,000 y 80,000 años, lo que lo convertiría en el ser vivo más antiguo de la Tierra. Esta información es el resultado de la secuenciación genética de cientos de muestras del árbol, llevada a cabo por un grupo de investigadores y publicada en el servidor de preimpresiones bioRxiv. Los científicos han rastreado patrones genéticos a lo largo de toda la colonia, lo que ha permitido entender mejor cómo Pando ha logrado sobrevivir a través de milenios de cambios climáticos y ambientales.
El hallazgo también arroja luz sobre la asombrosa resistencia de Pando. Según Philippe Reymond, investigador de la Universidad de Lausana (Suiza), los resultados apuntan a que las plantas como Pando poseen mecanismos para proteger su genoma, previniendo la acumulación de mutaciones genéticas dañinas que podrían comprometer su longevidad y capacidad de adaptación.
Además de su longevidad, Pando también demuestra una notable capacidad de adaptación. Los científicos han identificado cómo esta colonia de árboles ha evolucionado a lo largo de miles de años, resistiendo las fluctuaciones ambientales y asegurando su supervivencia en un mundo que ha cambiado drásticamente desde su formación.
Con su tamaño imponente, su resistencia excepcional y su posible antigüedad, Pando no solo es un fenómeno natural impresionante, sino también una valiosa fuente de información sobre los mecanismos de adaptación y longevidad en los seres vivos.
