San Luis Potosí vivió tres días de intensa actividad artística con la realización del XXIII Encuentro Nacional de Teatro, organizado por el Movimiento Antorchista. El evento reunió a más de 20 mil asistentes, 500 actores y actrices, y más de 20 puestas en escena, reafirmando el compromiso de la organización con la difusión del arte y la cultura en México, especialmente entre los sectores más desfavorecidos.
En la categoría Semiprofesional, los estados de México y Puebla compartieron el primer lugar con las obras Ifigenia en Táuride de Goethe y Los invasores de Egon Wolff. El segundo lugar fue para Mariana Pineda de Federico García Lorca, presentada por el Instituto Macuil Xóchitl, mientras que el tercer lugar se lo llevó el grupo anfitrión con Muertos sin sepultura de Jean-Paul Sartre. Por su parte, en la categoría Amateur, el Centro Universitario Tlacaélel obtuvo el primer lugar con su representación de Fuenteovejuna de Lope de Vega. Empatados en el tercer lugar quedaron La gaviota de Antón Chéjov y El inspector de Nikolái Gógol, mientras que el segundo lugar fue compartido por Fedra de Jean Racine y El pescado indigesto de Manuel Galich.
Durante la clausura, Homero Aguirre Enríquez, vocero del Movimiento Antorchista Nacional, destacó el papel del teatro como reflejo de la realidad social, señalando que el arte promovido por Antorcha no es un lujo, sino una necesidad para transformar el espíritu de los pueblos. Obras como las presentadas en este encuentro muestran las injusticias y problemas que enfrenta la sociedad, incentivando a la acción colectiva para resolverlos.
Por su parte, Abel Pérez Zamorano, académico de la Universidad Autónoma Chapingo, resaltó el carácter crítico del teatro antorchista, considerándolo una herramienta poderosa para cuestionar un sistema social injusto y soñar con un futuro mejor. Lenin Campos Córdova, dirigente antorchista en San Luis Potosí, reafirmó que este tipo de actividades artísticas reflejan el compromiso del movimiento con la lucha por la justicia social y la transformación de México.
Además de las puestas en escena, el encuentro incluyó una exposición plástica con más de 50 obras en acrílico, óleo y técnica mixta, creadas por artistas de todo el país. La interpretación de Bodas de sangre de Federico García Lorca, enriquecida con música y bailes en vivo, cerró con broche de oro esta celebración cultural.
Con esta edición, el Encuentro Nacional de Teatro se consolida como una plataforma esencial para la promoción del arte, la reflexión y la construcción de una sociedad más justa.
