Jalisco enfrenta una grave crisis de vivienda que afecta a miles de familias, especialmente a los jóvenes, quienes encuentran casi imposible acceder a un departamento propio debido a los altos costos y la falta de opciones adecuadas. El estado es líder en viviendas abandonadas, lo que refleja un desajuste entre la oferta y la demanda de propiedades habitacionales. A su vez, las rentas en Jalisco se encuentran entre las más caras del país, lo que agrava aún más la situación para aquellos que buscan alquilar.
En este contexto, surge la necesidad urgente de que la actual Legislatura de Jalisco impulse y apruebe una Ley Inquilinaria que regule de manera eficaz las rentas y garantice una protección real a los arrendatarios. Una legislación adecuada permitiría equilibrar las condiciones del mercado inmobiliario, evitando abusos por parte de los arrendadores y asegurando que las rentas sean justas y accesibles para la población.
Actualmente, muchas personas enfrentan condiciones precarias en los contratos de arrendamiento, con incrementos de renta desmedidos y sin un marco legal claro que los proteja de posibles abusos. Para los jóvenes, adquirir una vivienda en propiedad sigue siendo un sueño lejano, mientras que alquilar se ha convertido en una opción cada vez más costosa.
La creación de una Ley Inquilinaria es vista como una herramienta clave para regular las condiciones del mercado de alquiler, promoviendo la estabilidad para los inquilinos y favoreciendo la construcción de un entorno más equitativo y justo en el sector inmobiliario de Jalisco. La propuesta debe ser considerada como una prioridad para la Legislatura estatal, con el objetivo de garantizar un acceso más justo a la vivienda para todos los ciudadanos.
