En Alemania, la temporada navideña inicia con tradiciones llenas de magia y lecciones. El 6 de diciembre, los niños celebran el día de San Nicolás, una festividad en la que el santo premia con regalos y dulces a quienes han mostrado buen comportamiento. Los pequeños colocan una bota la noche anterior, esperando con entusiasmo al amanecer para descubrir las sorpresas que San Nicolás ha dejado.
Sin embargo, la tradición tiene una contraparte oscura que se celebra la noche del 5 de diciembre: la llegada de Krampus, una criatura temida en el folclore europeo. Esta bestia con cuernos, pelo oscuro y colmillos es el encargado de castigar a los niños traviesos. Según la creencia, Krampus arrastra a los desobedientes al inframundo o los golpea con ramas de abedul «hasta que se vuelven buenos».
Estas celebraciones combinan el espíritu festivo con un toque de advertencia, recordando a los niños la importancia de portarse bien durante todo el año. En los últimos años, la figura de Krampus ha ganado popularidad en el mundo, con desfiles y festivales que destacan su aterradora presencia como parte del folclore navideño.
¿Te portarías bien si Krampus pudiera aparecer en tu puerta?