El reciente incremento del salario mínimo en México, fijado en $1,42 millones para 2024, ha generado un efecto adverso en el sector de la vivienda, especialmente en las Viviendas de Interés Social (VIS). Este ajuste ha llevado a un aumento significativo en los precios de estas propiedades, afectando a miles de familias que buscan cumplir el sueño de tener casa propia.
Mientras que en 2024 una vivienda VIS podía adquirirse por $195 millones, en 2025 el precio ascenderá a $213,45 millones, lo que representa un aumento de $18,4 millones. Esta situación ha provocado preocupaciones entre los mexicanos que aspiran a acceder a una vivienda digna.
Desde 2022, los incrementos acumulados en los precios de las viviendas VIS han superado los $40 millones, de acuerdo con Portafolio. Este fenómeno se debe a que el valor de estas propiedades está indexado al salario mínimo, lo que permite a las constructoras ajustar los precios de acuerdo con los aumentos anuales, creando un desafío adicional para las familias que buscan acceder a la propiedad.