Merari, víctima del ‘Rancho del Terror’, fue contratada como guardia de seguridad por 6 mil pesos semanales; familia reconoció sus pertenencias

Con la ilusión de un mejor futuro para su hijo porque le pagarían 6 mil pesos semanales como guardia de seguridad privada, Merari Noemí García Mejía, de 19 años, aceptó el trabajo en el que también le ofrecieron alimentos y capacitación en defensa personal. Cortesía / Merari Noemí García


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 México / Miércoles 19 de marzo del 2025.- Con la ilusión de un mejor futuro para su hijo porque le pagarían 6 mil pesos semanales como guardia de seguridad privada, Merari Noemí García Mejía, de 19 años, aceptó el trabajo en el que también le ofrecieron alimentos y capacitación en defensa personal. Después de aceptar ese trabajo ya nada se supo de su paradero desde mayo de 2024, sin embargo sus familiares volvieron a tener noticias de ella ahora que fue localizado el rancho del terror en Teuchitlán, en donde se encontraron algunas de las pertenencias que llevaba ese día.

La joven encontró el anuncio a través de redes sociales, en el que se indicaba que los aspirantes a ese trabajo no tenían de qué preocuparse ya que se les proporcionarían alimentos, capacitación, además de dicho pago. La captura se la envió a su hermana, quien intentó hacerle ver que era un empleo falso, pero Merari continuó con la idea de tomar el empleo.

“Fueron cosas que a mi no me cuadraron desde un principio yo sé lo dije, que no me parecía, que eso era mentira. Pensé que se le había olvidado”, explicó su hermana, quien decidió omitir su nombre por seguridad.

El 20 de mayo, la falsa empresa le mandó un vehículo de plataforma a la puerta de su casa de la colonia Mariano Otero, de Zapopan para llevarla a la Nueva Central Camionera de Tlaquepaque. Estando a bordo del automóvil se tomó fotografías de la vestimenta que llevaba: unos tenis blancos y vestido negro con rayas blancas, y las subió a su cuenta de Facebook, en donde sigue el registro de esa publicación.

Desde entonces su mamá se unió al grupo Guerreros Buscadores de Jalisco, qué fue el que localizó el rancho de exterminio, pero ese día no pudo acudir a la búsqueda por lo que después mediante las transmisiones del hallazgo la familia de Merari reconoció algunas de las prendas que llevaba.

“Veo una imagen y es donde identifico precisamente los tenis que llevaba y ella tenía unos tenis que eran Nike que también siempre usaba, esos son los que ha usado, esos fueron los que yo identifiqué, dos pares, identifico también su maleta (…) en la cocina hay un altar de San Judas en la parte de arriba y hay una biblia que pertenece a los testigos de Jehová, no es una biblia común, es una edición que apenas salió. Mi mamá se la regaló”, compartió la hermana de Merari en entrevista con EL OCCIDENTAL.

La familia de Merari ya se presentó ante la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas, en donde les aseguraron no hay manera de extraer muestras para comparativa genética.

“Mi mamá fue a la Fiscalía, le comentan que tiene que esperar de dos a tres semanas para lo de la ropa, pero que los huesos que encontraron no se les pueden hacer ADN porque fueron temperaturas muy altas como los calcinaron”.
La hermana mayor de Merari, aclaró que para ellos podría estar aún viva, mantienen la fe en que pudo ser llevada a otro sitio.

“No damos por muerta a mi hermana, porque cuando Los Guerreros Buscadores llegaron al predio las velas todavía se estaban consumiendo, quiere decir que no tenía mucho que hubiesen estado en ese lugar. Pudieron haberles avisado, haberles dicho y llevarlos a los que sobreviven algún otro lugar. Mientras no haya evidencia y mientras no tengamos algo que nos demuestre que es mi hermana, yo creo que la vamos a seguir buscando hasta donde podamos”.

También pidió empatía por parte de las autoridades y que se pongan en el lugar de los familiares de las personas que pudieron estar en el rancho Izaguirre.

A los jóvenes que como su hermana ven anuncios de falsos empleos, los exhortó a que no se dejen engañar.

“No todo lo que vemos es así como lo aparentan, que no se dejen atrapar por esos sueldos. Muchas veces yo sé que el no tener qué comer, qué darle a tu hijo, es muy difícil, pero es mejor a veces no tener a querer tanto y al final perder todo, como el caso de todos estos jóvenes que por querer un futuro mejor están de la peor manera”.

En redes sociales se viralizó el caso de Merari Noemí, ya que de manera errónea se difundió que fue contratada para cortar fresas y durazno.

EL OCCIDENTAL


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