El multipremiado fotógrafo mexicano Rodrigo Prieto hace su esperado debut como director con una adaptación cinematográfica de la obra maestra de Juan Rulfo, “Pedro Páramo”. La película, protagonizada por Manuel García-Rulfo, Ilse Salas y Tenoch Huerta, llegó este miércoles al catálogo de Netflix, generando altas expectativas entre los fanáticos del libro y el cine mexicano.
Escrita en 1955, la novela “Pedro Páramo” se ambienta en la época posrevolucionaria y utiliza el realismo mágico para narrar la historia de Juan Preciado, quien llega a Comala en busca de su padre, Pedro Páramo, un hombre de poder y misterio. La obra está estructurada en 69 fragmentos de distintos tamaños que Rulfo nunca enumera ni titula, lo que le otorga una estructura fragmentada y no lineal, innovadora para la literatura latinoamericana.
A pesar de ser considerada una de las obras más importantes de la literatura en español, “Pedro Páramo” no había logrado una adaptación exitosa al cine en sus tres intentos anteriores: en 1967, 1976 y 1981. Sin embargo, la versión dirigida por Prieto ha logrado superar las expectativas. ¿El secreto de su éxito? La incorporación de un equipo creativo excepcional, que incluye al guionista Mateo Gil, el compositor Gustavo Santaolalla, y el diseñador de producción Eugenio Caballero, junto con Carlos Y. Jacques. Este equipo ha trabajado de la mano con Prieto para lograr una película con un nivel de detalle y cuidado visual sin precedentes.
Uno de los aspectos más destacables de la película es su fotografía. Prieto, conocido por su trabajo en películas como Brokeback Mountain y El lobo de Wall Street, traslada su talento a la dirección, creando una atmósfera única y envolvente. Los primeros planos y los ángulos inusuales capturan la intensidad emocional de los personajes, mientras que un tono azulado a lo largo de la película proporciona un aire poético y profundo. Las vistas panorámicas de Comala, junto con la luz de la luna que baña el paisaje desolado, transportan al espectador al universo literario creado por Rulfo, un mundo en el que lo fantástico y lo real se entrelazan con naturalidad.
La música de Gustavo Santaolalla fusiona melodías prehispánicas con tonos emotivos, creando una atmósfera sonora que acompaña magistralmente las imágenes y eleva la experiencia visual a un nivel casi hipnótico. La música resalta la conexión entre los personajes y su entorno, mientras que el diseño de producción, a cargo de Eugenio Caballero, captura con detalle el paso del tiempo y el cambio de épocas. Comala, el pueblo desolado, se convierte en un personaje más, un pueblo fantasma entre ruinas que aún guarda historias y secretos. Este entorno sombrío genera en el espectador una inmediata sensación de inquietud.
En cuanto a la narrativa, los verdaderos protagonistas de la cinta son las líneas y el profundo poder de la historia. El realismo mágico, un tema central en el texto de Rulfo, es captado de manera excepcional por el guionista Mateo Gil, quien, fiel a la obra, prácticamente copia el texto original, respetando su estructura compleja y no lineal. A pesar de la dificultad de representar visualmente el laberinto narrativo de la novela, la adaptación logra transmitir los elementos centrales de la historia de una forma que resulta inquietante y bellamente representada.
Prieto, al igual que en su trabajo como fotógrafo, evita añadir elementos innecesarios. En lugar de sobrecargar la película, deja que la historia, sus personajes y su atmósfera hablen por sí mismos. Aunque algunos diálogos carecen de la emoción que podrían haber transmitido, las actuaciones son excepcionales. Manuel García-Rulfo ofrece una interpretación poderosa como Pedro Páramo, mostrando tanto su carisma como su crueldad. También destacan las actuaciones de Ilse Salas como Susana San Juan y Mayra Batalla como Damiana Cisneros, quienes aportan profundidad emocional a sus respectivos personajes.
En conjunto, la adaptación de “Pedro Páramo” por Rodrigo Prieto no solo es una obra visualmente impactante, sino que también es fiel al espíritu del texto original, logrando lo que muchas versiones anteriores no pudieron: captar la esencia de la obra de Rulfo de una manera nueva y efectiva.