Un reciente estudio internacional, en el que colaboran investigadores del Instituto de Geociencias y Recursos de la Tierra del Consejo Nacional de Investigaciones (CNR), ha identificado un vínculo claro entre el cambio climático y el aumento de los incendios forestales. El estudio muestra cómo las condiciones climáticas extremas, como las olas de calor y las sequías, contribuyen al incremento de la frecuencia y magnitud de los incendios forestales en diversas regiones del planeta.
Según los resultados de esta investigación, el cambio climático no solo está alterando la frecuencia de los incendios, sino también el tamaño de las superficies quemadas. Se ha observado que las áreas afectadas por los incendios están siendo más grandes, lo que hace más difícil la recuperación de los ecosistemas afectados. Esta tendencia es preocupante, especialmente en contextos como el reciente desastre en Los Ángeles, donde los incendios devastaron vastas áreas urbanas y naturales.
El estudio también destaca que, aunque los incendios forestales han sido un fenómeno natural en la historia de la Tierra, las actividades humanas, particularmente la quema de combustibles fósiles y el uso indiscriminado del suelo, han acelerado estos procesos. Las altas temperaturas y la menor cantidad de lluvias intensifican la sequedad de los suelos, creando condiciones más favorables para la propagación de incendios, especialmente en áreas ya vulnerables debido a la deforestación y el cambio en el uso del suelo.
Este estudio proporciona información crucial para la gestión de incendios y la adopción de medidas preventivas que puedan mitigar los efectos del cambio climático en las áreas forestales, sugiriendo una mayor inversión en la reforestación, el control del uso del fuego y la planificación urbana ante estos eventos climáticos extremos.
