Las autoridades de Alaska se encuentran en una intensa operación de recuperación tras el trágico accidente aéreo ocurrido en el Mar de Bering, que dejó un saldo de 10 personas muertas. La aeronave, un avión monomotor de hélice, se desplomó mientras viajaba de Unalakleet a Nome, y los investigadores ahora buscan esclarecer las causas que llevaron a la tragedia.
El vuelo, operado por Bering Air, había salido de Unalakleet el jueves por la tarde, pero perdió contacto menos de una hora después de despegar. El avión desapareció aproximadamente a 30 millas al sureste de Nome. Tras un día de búsqueda, los restos del avión fueron localizados por un helicóptero de rescate el viernes.
Los equipos de rescate, en coordinación con agencias locales, estatales y federales, se han apresurado a recuperar los restos del avión y los cuerpos de las víctimas antes de que las inclemencias del tiempo, que incluyen fuertes vientos y nieve, dificulten la operación. Se espera que un helicóptero Black Hawk sea utilizado para trasladar el avión una vez que se realicen las extracciones.
Unalakleet, una pequeña comunidad con cerca de 690 habitantes, está situada en el sureste de Nome y a más de 600 kilómetros de Anchorage. La aldea es conocida por ser parte del recorrido del Iditarod, una de las carreras de trineos con perros más famosas del mundo. Nome, en el Círculo Ártico, es también un conocido punto de llegada de esta competencia.
La Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) ha iniciado una investigación sobre la causa del accidente. Los primeros datos de radar del Patrullaje Aéreo Civil de EE.UU. revelaron que la aeronave perdió rápidamente altitud y velocidad, aunque aún se desconoce el motivo exacto. La Guardia Costera, por su parte, indicó que no se recibieron señales de emergencia de la aeronave, lo que ha aumentado el misterio sobre las circunstancias de la caída.
En Alaska, el vuelo es una parte fundamental de la vida cotidiana debido a la vastedad del territorio y la falta de infraestructura vial en muchas regiones. Las comunidades más pequeñas dependen de los aviones para su conexión con el resto del estado, además de servir para el transporte de mercancías y servicios.
Entre los fallecidos en el accidente se encontraban Rhone Baumgartner y Kameron Hartvigson, quienes habían viajado a Unalakleet para realizar trabajos de mantenimiento en un sistema de calefacción para la planta de agua de la comunidad, según lo informado por el Alaska Native Tribal Health Consortium. Las identidades de las otras víctimas aún no han sido reveladas.
Este accidente se suma a una serie de tragedias aéreas recientes en EE.UU. En los últimos días, dos incidentes más han sacudido al país, incluidos una colisión entre un avión comercial y un helicóptero del Ejército cerca de Washington, D.C., y un accidente de un avión de transporte médico en Filadelfia.
