Petróleos Mexicanos (Pemex) ha decidido suspender temporalmente la firma de nuevos contratos con proveedores de servicios, afectando especialmente a la división de exploración y producción de la compañía. Esta medida responde a una deuda acumulada de aproximadamente 20,000 millones de dólares que la empresa estatal tiene con contratistas, según un informe interno de Pemex obtenido por Bloomberg.
La congelación de nuevos acuerdos solo afecta a aquellos que no hayan sido formalizados previamente, lo que implica que las negociaciones en curso podrían seguir adelante, pero cualquier nuevo compromiso quedará suspendido hasta nuevo aviso.
El anuncio refleja la difícil situación financiera de Pemex, que ha luchado en los últimos años con una combinación de deuda elevada y bajos ingresos, exacerbados por la disminución en la producción de petróleo y gas, así como los altos costos operativos
