Las artesanas que elaboran los huipiles piden a las candidatas por la presidencia de México que no porten estas prendas “como una forma de llamar la atención”.
Que no sea un “disfraz” de campaña, dice Trinidad González en su taller textil casero de trajes indígenas como los que visten las candidatas punteras a la presidencia de México, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez. Esta artesana de 55 años y su madre, Martina Cruz, son depositarias de una antigua tradición, el telar de cintura, con el que tejen prendas como las que usan las aspirantes en una suerte de batalla cultural. Así lo dice el medio Expansión Política en una de sus últimas publicaciones.
“Que no caigan en portarlas como un disfraz o como una forma de llamar la atención”, expresa Trinidad durante una entrevista en el estado de Hidalgo, en donde ella y su familia trabajan arduamente para marcar huella en lo que hacen.
Ciertamente, la campaña política por la presidencia de la república claramente está marcada por el desfile de coloridas y deslumbrantes telas de origen artesanal.
Gálvez, de origen indígena, luce estas prendas desde que incursionó en la política en 2000. En cambio Sheinbaum viste estos textiles optando por diseños desde tiempos más recientes.
“Es muy positivo que los textiles mexicanos estén en el primer plano de la arena política para que haya mayor apreciación de nosotros los ciudadanos”, comenta la antropóloga Marta Turok.
Por su parte Andrés Vidal, doctor en antropología social de la Universidad Nacional Autónoma de México considera que este despliegue también es parte del “juego electoral”, en el que “si las personas se identifican con las candidatas hay posibilidades de una mayor de votación”.
Información: Expansión Política